El afán es una emoción que todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas. Puede ser causado por preocupaciones financieras, problemas de salud o circunstancias imprevistas. En la Biblia, el afán es mencionado en varias ocasiones y tiene un significado profundo que puede ayudarnos a entender cómo manejar esta emoción en nuestras vidas cotidianas.
¿Qué es el afán según la Biblia?
Según la Biblia, el afán es una preocupación excesiva por las necesidades materiales de la vida, como la comida, la ropa y el dinero. En Mateo 6:31-34, Jesús dice: «No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?… No os afanéis, pues, por el día de mañana; porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal».
En lugar de afanarnos por nuestras necesidades materiales, la Biblia nos anima a buscar el reino de Dios y su justicia primero (Mateo 6:33). En otras palabras, debemos enfocarnos en nuestra relación con Dios y en hacer lo correcto en lugar de preocuparnos por nuestras necesidades materiales.
Cómo manejar el afán según la Biblia
La Biblia nos da varios consejos para manejar el afán en nuestras vidas. Aquí hay algunos de ellos:
1. Confía en Dios
En Filipenses 4:6-7, Pablo dice: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús». En lugar de preocuparnos por nuestras necesidades materiales, debemos confiar en que Dios nos proveerá lo que necesitamos.
2. Vive en el presente
En Mateo 6:34, Jesús nos anima a vivir en el presente y no preocuparnos por el futuro. En lugar de preocuparnos por lo que pueda pasar mañana, debemos enfocarnos en lo que podemos hacer hoy para honrar a Dios.
3. Busca el consejo de otros
En Proverbios 15:22, se nos dice: «Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman». Si estamos preocupados por algo, debemos buscar el consejo de otros cristianos sabios que puedan ayudarnos a poner las cosas en perspectiva.
El afán puede ser una emoción difícil de manejar, pero la Biblia nos da consejos útiles para lidiar con ella. En lugar de preocuparnos por nuestras necesidades materiales, debemos confiar en Dios, vivir en el presente y buscar el consejo de otros cristianos sabios. Al seguir estos consejos, podemos encontrar la paz y la tranquilidad que necesitamos para enfrentar cualquier situación que se nos presente.