La Biblia nos enseña que debemos ayudar a los pobres y necesitados. De hecho, la ayuda a los pobres es una de las principales enseñanzas del cristianismo. En este artículo, exploraremos cómo podemos ayudar a los pobres según la Biblia y cómo podemos ser verdaderos cristianos al hacerlo.
¿Por qué debemos ayudar a los pobres?
La Biblia nos enseña que debemos ayudar a los pobres porque esto es lo que Jesús nos ha enseñado. En Mateo 25:40, Jesús dijo: «En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis». También en Lucas 14:13-14, Jesús dijo: «Cuando des una cena o una comida, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; por si acaso ellos te invitan a su vez y te devuelven el favor. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos, y serás feliz porque ellos no tienen con qué recompensarte; pero se te compensará en la resurrección de los justos».
Cómo podemos ayudar a los pobres según la Biblia
1. Dar limosnas: La Biblia enseña que debemos dar limosnas a los pobres y necesitados. En Lucas 12:33, Jesús dijo: «Vende lo que tienes y dalo en limosna. Hazte bolsas que no se envejezcan, acumulando un tesoro inmenso en el cielo, donde no llega el ladrón ni la polilla». Dar limosnas nos ayuda a ser generosos y a compartir lo que tenemos con los demás.
2. Compartir nuestros bienes: La Biblia nos enseña que debemos compartir nuestros bienes con los demás.
En Hechos 2:44-45, se describe cómo los primeros cristianos compartían todo lo que tenían: «Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus propiedades y posesiones y lo repartían todo según la necesidad de cada uno». Compartir nuestros bienes con los demás nos ayuda a ser más solidarios y a estar más cerca de Dios.
3. Ayudar a los necesitados: La Biblia nos enseña que debemos ayudar a los necesitados. En Proverbios 19:17, se lee: «El que se compadece del pobre presta al Señor, y él le devolverá su favor». Ayudar a los necesitados nos ayuda a ser más compasivos y a ser mejores personas.
4. Visitar a los enfermos y encarcelados: La Biblia nos enseña que debemos visitar a los enfermos y encarcelados. En Mateo 25:36, Jesús dijo: «Estuve enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y vinisteis a verme». Visitar a los enfermos y encarcelados nos ayuda a ser más compasivos y a estar más cerca de Dios.
Ayudar a los pobres según la Biblia es una de las principales enseñanzas del cristianismo. Debemos ayudar a los pobres porque esto es lo que Jesús nos ha enseñado. Podemos ayudar a los pobres de muchas maneras, como dando limosnas, compartiendo nuestros bienes, ayudando a los necesitados y visitando a los enfermos y encarcelados. Al hacerlo, no solo estamos ayudando a los demás, sino que también estamos acercándonos más a Dios.