¿Qué es el diezmo?
El diezmo es una práctica religiosa en la que se paga una décima parte de los ingresos o ganancias a la iglesia o a los líderes religiosos. Esta práctica se ha practicado en diferentes religiones, incluyendo el judaísmo y el cristianismo.
El diezmo en la Biblia
El diezmo se menciona en varios lugares de la Biblia, incluyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, la práctica del diezmo se estableció en la Ley de Moisés, donde se especificaba que una décima parte de la cosecha, el ganado y otras ganancias debían ser entregadas a los sacerdotes y levitas.
En el Nuevo Testamento, el diezmo se menciona en algunos pasajes, aunque no se establece como una práctica obligatoria para los cristianos. En lugar de eso, se enfatiza la importancia de dar generosamente y de corazón, y de apoyar a la iglesia y a los necesitados.
El diezmo en Malaquías
Uno de los pasajes bíblicos más conocidos sobre el diezmo se encuentra en el libro de Malaquías, en el Antiguo Testamento. En este libro, Dios reprende al pueblo de Israel por no cumplir con la práctica del diezmo y por no dar generosamente.
Sin embargo, algunas interpretaciones erróneas de este pasaje han llevado a creer que el diezmo es una obligación para los cristianos y que aquellos que no lo cumplen están en desobediencia a Dios.
Pero en realidad, este pasaje se refiere específicamente al pueblo de Israel en ese momento y no establece una obligación universal para los cristianos.
¿Deberíamos dar el diezmo?
Aunque el diezmo no es una obligación para los cristianos, muchos creyentes aún eligen dar una décima parte de sus ingresos o ganancias a la iglesia o a los necesitados. Esto se hace como una forma de apoyar la obra de Dios y de ayudar a los demás.
Pero es importante recordar que la Biblia enfatiza la importancia de dar generosamente y de corazón, y no simplemente cumplir con una obligación legal. Cada persona debe orar y discernir cuánto dar y a quién, según su situación y su relación con Dios.
El diezmo es una práctica religiosa que se ha practicado en diferentes religiones, incluyendo el cristianismo. Si bien se menciona en la Biblia, no se establece como una obligación universal para los cristianos. En lugar de eso, se enfatiza la importancia de dar generosamente y de corazón, y de apoyar a la iglesia y a los necesitados. Cada persona debe orar y discernir cuánto dar y a quién, según su situación y su relación con Dios.