¿Qué es el orgullo?
El orgullo es un sentimiento de satisfacción excesiva en uno mismo, una actitud de arrogancia y superioridad hacia los demás. Es un pecado que se considera uno de los más destructivos en la Biblia. En Proverbios 16:18 se dice: «El orgullo va antes de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída».
¿Por qué es importante vencer el orgullo?
El orgullo es un obstáculo para nuestra relación con Dios y con los demás. Nos hace creer que somos mejores que otros, que no necesitamos ayuda o consejo, y nos impide reconocer nuestros errores y pedir perdón. Además, el orgullo puede llevarnos a la soberbia y a la injusticia, y alejarnos de la humildad y la compasión que Dios espera de nosotros.
¿Cómo enseña la Biblia a vencer el orgullo?
La Biblia nos da muchos ejemplos de personas que lucharon con el orgullo y cómo Dios las ayudó a superarlo. También nos da consejos y mandamientos para vencer el orgullo y cultivar la humildad.
Acepta que eres un pecador
En Romanos 3:23 se dice: «Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios». Esto significa que todos somos pecadores y necesitamos la gracia de Dios para ser salvos. Reconocer que somos pecadores nos ayuda a tener una perspectiva más humilde y a depender más de Dios en lugar de nuestra propia habilidad.
Busca la voluntad de Dios
En Proverbios 3:5-6 se dice: «Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas». Cuando buscamos la voluntad de Dios y seguimos sus caminos, reconocemos que Él es el dueño de todo y nosotros somos sus siervos. Esto nos ayuda a mantener una actitud humilde y agradecida.
Valora a los demás
En Filipenses 2:3 se dice: «No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos». Cuando valoramos a los demás y los tratamos con respeto y amor, demostramos humildad y reconocemos que todos somos iguales ante los ojos de Dios.
Pide perdón y perdona
En Mateo 6:14-15 se dice: «Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas». Pedir perdón y perdonar a los demás nos ayuda a liberarnos del orgullo y a cultivar la humildad y la compasión.
El orgullo es un pecado que nos aleja de Dios y de los demás. Sin embargo, la Biblia nos enseña a vencer el orgullo y a cultivar la humildad a través de la aceptación de nuestra naturaleza pecadora, buscando la voluntad de Dios, valorando a los demás y pidiendo perdón y perdonando a los demás. Al hacerlo, podemos acercarnos más a Dios y a los demás, y vivir vidas más plenas y significativas.