La mayoría de las personas pasan la mayor parte de su vida trabajando y ganando un salario. Ser asalariado es una forma común de empleo, pero ¿qué significa ser asalariado según la Biblia? En este artículo, exploraremos lo que la Biblia dice sobre el trabajo y el salario, y cómo podemos aplicar estos principios en nuestra vida cotidiana.
¿Qué dice la Biblia sobre el trabajo?
La Biblia tiene mucho que decir sobre el trabajo y la importancia de trabajar duro. En el libro de Proverbios, se nos insta a trabajar con diligencia: «El que trabaja con mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece» (Proverbios 10:4). También se nos dice que el trabajo es una bendición: «En todo trabajo hay provecho, pero las palabras vacías conducen a la pobreza» (Proverbios 14:23).
Además, la Biblia nos enseña que debemos trabajar para el Señor, no solo para nuestros empleadores. En Colosenses 3:23-24, se nos dice: «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien servís».
¿Qué dice la Biblia sobre el salario?
La Biblia también tiene mucho que decir sobre el salario y cómo debemos tratar a aquellos que trabajan para nosotros. En Deuteronomio 24:14-15, se nos dice que debemos pagar a nuestros trabajadores a tiempo: «No oprimirás al jornalero pobre y necesitado, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra, dentro de tus puertas. En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin que lo hayas pagado, porque es pobre y su vida depende de ello».
También se nos insta a pagar un salario justo y no retener el salario de nuestros trabajadores. En Levítico 19:13, se nos dice: «No oprimirás a tu prójimo ni le robarás. No retendrás hasta la mañana siguiente el salario del jornalero».
¿Cómo podemos aplicar estos principios en nuestra vida cotidiana?
Como cristianos, debemos trabajar con diligencia y honradez, sabiendo que estamos trabajando para el Señor.
También debemos tratar a nuestros trabajadores con respeto y pagarles un salario justo y a tiempo.
Además, debemos recordar que nuestro trabajo no define quiénes somos. Somos hijos de Dios y nuestra identidad está en Él, no en nuestro trabajo o salario. En Filipenses 4:11-13, el apóstol Pablo nos enseña: «No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar contento en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y sé lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece».
¿Es pecado estar desempleado?
No necesariamente. A veces, estar desempleado es una situación temporal y puede ser una oportunidad para buscar otras formas de servir al Señor. Sin embargo, es importante buscar activamente un trabajo y trabajar con diligencia cuando se encuentra uno.
¿Qué hacer si mi empleador no me paga a tiempo?
Si su empleador no le paga a tiempo, hable con él o ella para resolver el problema. Si no se resuelve, es posible que deba buscar asesoramiento legal o buscar otro trabajo.
¿Cómo puedo saber si estoy trabajando para el Señor?
Trabajar para el Señor significa hacer todo con diligencia y honradez, y tratar a los demás con amor y respeto. Si está haciendo estas cosas en su trabajo, entonces está trabajando para el Señor. Pero también es importante orar y pedir dirección a Dios en cuanto a su trabajo y carrera.