La Biblia de Jerusalén es una de las versiones más populares de la Biblia en español. En ella, podemos encontrar el evangelio de Lucas, el cual contiene una gran cantidad de enseñanzas y parábolas que pueden ser de gran utilidad para nuestra vida diaria. En este artículo, nos enfocaremos en el capítulo 18 de Lucas, el cual contiene una de las parábolas más conocidas y sabias de la Biblia.
La parábola del juez injusto
En Lucas 18:1-8, encontramos la parábola del juez injusto, la cual nos enseña la importancia de la perseverancia en la oración. En esta parábola, un viuda acude a un juez para que la ayude a obtener justicia contra su adversario. El juez, al principio, no quiere ayudarla, pero debido a la persistencia de la viuda, finalmente accede a ayudarla.
Esta parábola nos enseña que debemos ser constantes en nuestra oración y no desanimarnos ante las dificultades. Aunque parezca que Dios no nos está escuchando, debemos seguir orando con fe, confiando en que Él nos responderá en su momento.
La parábola del fariseo y el publicano
En Lucas 18:9-14, encontramos otra de las parábolas más conocidas de la Biblia, la parábola del fariseo y el publicano. En esta parábola, Jesús nos enseña acerca de la importancia de la humildad y la honestidad en nuestra relación con Dios.
En la parábola, un fariseo y un publicano acuden al templo a orar.
El fariseo, lleno de orgullo y autosuficiencia, se jacta de sus logros y virtudes, mientras que el publicano, consciente de su propia imperfección, se humilla ante Dios y pide su misericordia y perdón.
Esta parábola nos enseña que no debemos confiar en nuestra propia justicia o virtud, sino que debemos reconocer nuestra propia debilidad y depender de la gracia y misericordia de Dios.
La enseñanza sobre la riqueza
En Lucas 18:18-30, encontramos la historia del joven rico, quien acude a Jesús buscando la salvación. Jesús le dice que venda todas sus posesiones y lo siga, pero el joven no está dispuesto a hacerlo.
Esta historia nos enseña acerca de la importancia de no confiar en las riquezas y de poner nuestra confianza en Dios. A menudo, las posesiones materiales pueden convertirse en una distracción que nos aleja de nuestro verdadero propósito en la vida. Debemos estar dispuestos a renunciar a todo lo que nos impide seguir a Jesús con sinceridad y dedicación.
El capítulo 18 de Lucas contiene una gran cantidad de enseñanzas valiosas que pueden ayudarnos en nuestra vida espiritual y en nuestra relación con Dios. Debemos estar dispuestos a escuchar y poner en práctica estos consejos sabios y seguir orando con perseverancia, siendo humildes y honestos ante Dios y renunciando a todo lo que nos aleja de Él. Recordemos siempre que la sabiduría divina es la clave para una vida plena y satisfactoria.