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La verdad sobre “Todo me es lícito” en la Biblia

La Biblia es un libro lleno de sabiduría y enseñanzas que pueden ser aplicadas a nuestra vida diaria. Uno de los versículos más conocidos es «Todo me es lícito, pero no todo conviene» (1 Corintios 6:12). A primera vista, este versículo puede parecer confuso o incluso contradictorio, pero en realidad tiene un significado profundo que puede ayudarnos a tomar decisiones sabias y justas.

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¿Qué significa «Todo me es lícito»?

En el contexto bíblico, «Todo me es lícito» se refiere a la libertad que tenemos en Cristo. Es decir, como creyentes, no estamos sujetos a la ley judía y tenemos la libertad de tomar decisiones sobre lo que comemos, bebemos, vestimos, etc. Sin embargo, esta libertad no debe ser utilizada para justificar comportamientos pecaminosos o egoístas.

¿Qué significa «pero no todo conviene»?

La segunda parte del versículo «pero no todo conviene» nos recuerda que aunque tenemos libertad, debemos ser sabios en nuestras elecciones y considerar cómo nuestras acciones pueden afectar a los demás. Es decir, aunque algo puede ser legal o permitido, puede no ser lo mejor para nosotros o para aquellos que nos rodean. Debemos ser guiados por el amor y la sabiduría al tomar decisiones.

¿Cómo podemos aplicar este versículo a nuestra vida diaria?

En nuestra vida diaria, podemos aplicar este versículo al tomar decisiones sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos. Debemos ser conscientes de nuestra libertad en Cristo, pero también ser sabios en nuestras elecciones y considerar cómo afectarán a los demás. Por ejemplo, podemos tener la libertad de beber alcohol, pero si sabemos que nuestra conducta puede influir negativamente en alguien más, debemos ser sabios y abstenernos.

¿Qué otros versículos de la Biblia se relacionan con este tema?

Hay varios versículos de la Biblia que se relacionan con el tema de la libertad en Cristo y la sabiduría en nuestras elecciones. Algunos de ellos incluyen:
– Gálatas 5:13: «Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.»
– Romanos 14:13: «Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u obstáculo al hermano.»
– Filipenses 4:8: «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.»

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El versículo «Todo me es lícito, pero no todo conviene» nos recuerda que tenemos libertad en Cristo, pero debemos ser sabios en nuestras elecciones y considerar cómo nuestras acciones pueden afectar a los demás. Al aplicar este principio a nuestra vida diaria, podemos tomar decisiones sabias y justas que honren a Dios y a aquellos que nos rodean.