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Lo que la Biblia enseña sobre decretar y declarar en tu vida

En los últimos años, ha habido un aumento en la popularidad de los conceptos de decretar y declarar en la vida cristiana. Muchas personas creen que al pronunciar palabras positivas y declaraciones de fe, pueden atraer bendiciones y éxito en sus vidas. ¿Qué dice la Biblia sobre este tema? En este artículo, exploraremos lo que la Palabra de Dios enseña sobre decretar y declarar en nuestras vidas.

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¿Qué significa decretar y declarar?

Para comprender la enseñanza bíblica sobre decretar y declarar, es importante definir estos términos. Decretar se refiere a la acción de pronunciar o establecer algo como ley o autoridad. Por otro lado, declarar implica expresar algo en voz alta o hacer una afirmación. Ambos términos están relacionados con el poder de las palabras y la importancia de lo que se dice.

La importancia de las palabras en la Biblia

La Biblia tiene mucho que decir sobre el poder de las palabras. Proverbios 18:21 dice: «La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos». En otras palabras, nuestras palabras tienen el poder de influir en nuestras vidas de manera positiva o negativa. La Biblia también nos enseña que nuestras palabras revelan lo que hay en nuestros corazones (Mateo 12:34).

El papel de la fe en decretar y declarar

La fe es un componente importante en la enseñanza de decretar y declarar. Hebreos 11:1 dice: «La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve». En otras palabras, la fe es creer en algo que no podemos ver o sentir. Cuando decretamos o declaramos algo, estamos poniendo nuestra fe en acción y creyendo que Dios nos concederá lo que hemos declarado.

El ejemplo de Jesús

Jesús nos dejó un ejemplo de cómo decretar y declarar en nuestras vidas.

En Marcos 11:23-24, Jesús dice: «De cierto os digo que cualquiera que diga a este monte: ‘Quítate y échate en el mar’, y no dude en su corazón, sino crea que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidáis en oración, creed que lo recibiréis, y os vendrá».

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La importancia de la voluntad de Dios

Aunque la Biblia enseña sobre la importancia de decretar y declarar, también es importante recordar que todo lo que pedimos debe estar de acuerdo con la voluntad de Dios. 1 Juan 5:14-15 dice: «Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho».

¿Cómo aplicar esto en nuestra vida diaria?

Algunas personas pueden malinterpretar la enseñanza de decretar y declarar como algo mágico o una fórmula garantizada para obtener lo que quieren. Sin embargo, la verdadera aplicación de esta enseñanza es poner nuestra fe en acción y creer que Dios nos concederá lo que hemos declarado si está de acuerdo con su voluntad. Es importante recordar que nuestras palabras tienen poder y que debemos ser conscientes de lo que decimos en todo momento.

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¿Es decretar y declarar lo mismo que la ley de la atracción?

No necesariamente. Aunque ambos conceptos implican el poder de las palabras y la fe, la ley de la atracción se enfoca en atraer cosas positivas a nuestra vida a través de nuestros pensamientos y emociones. La enseñanza cristiana de decretar y declarar se centra en poner nuestra fe en acción y creer que Dios nos concederá lo que hemos declarado si está de acuerdo con su voluntad.

¿Deberíamos decretar y declarar todo lo que queremos en nuestra vida?

No necesariamente. Como se mencionó anteriormente, todo lo que pedimos debe estar de acuerdo con la voluntad de Dios. También es importante recordar que nuestras palabras tienen poder y debemos ser conscientes de lo que decimos en todo momento. En lugar de enfocarnos en nuestras propias necesidades, debemos buscar la voluntad de Dios y orar para que se haga su voluntad en nuestra vida.