La Biblia es un libro sagrado que ha sido leído y estudiado por millones de personas en todo el mundo. En ella, podemos encontrar una gran cantidad de información sobre la vida, obra y enseñanzas de Jesús. Pero muchas veces nos enfocamos en las acciones de Jesús y olvidamos que también tenía sentimientos y emociones. En este artículo, exploraremos los sentimientos de Jesús que se encuentran en la Biblia y cómo podemos fortalecer nuestra fe al conocerlos.
La tristeza de Jesús
Uno de los sentimientos más evidentes de Jesús en la Biblia es la tristeza. En Juan 11:35, se nos presenta el versículo más corto de la Biblia: «Jesús lloró». Él lloró ante la tumba de su amigo Lázaro, quien había muerto. También se dice que Jesús estaba profundamente entristecido en Getsemaní, cuando se dio cuenta de que tendría que enfrentar la cruz (Mateo 26:38). Al conocer estos momentos en los que Jesús experimentó tristeza, podemos ser consolados al saber que Él entiende nuestras propias tristezas y nos brinda su apoyo.
La ira de Jesús
Aunque Jesús es conocido por su mensaje de amor y misericordia, también se enojó en algunas ocasiones. En Marcos 3:5, se enoja con los fariseos y les pregunta: «¿Es lícito hacer el bien en el día de reposo, o hacer el mal? ¿Salvar la vida, o quitarla?». También se enojó cuando vio que el Templo de Jerusalén se había convertido en un mercado (Juan 2:13-17).
Estos momentos de ira nos enseñan que Jesús se preocupaba profundamente por la justicia y la verdad.
La compasión de Jesús
Jesús también se caracterizó por su compasión hacia los demás. En Mateo 14:14, se nos dice que «Jesús, al salir, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a sus enfermos». También se conmovió al ver a las personas que lo seguían, porque las veía como ovejas sin pastor (Marcos 6:34). Al conocer estos momentos de compasión, podemos ser motivados a seguir el ejemplo de Jesús y mostrar amor y cuidado hacia los demás.
La alegría de Jesús
Aunque la Biblia nos presenta a un Jesús que experimentó tristeza y enojo, también se nos dice que Él experimentó alegría. En Lucas 10:21, se nos dice que «en aquel momento Jesús se regocijó en el Espíritu Santo, y dijo: ‘Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas de los sabios y entendidos, y las revelaste a los niños’». También se nos dice que Jesús se regocijó al ver que sus discípulos volvían con éxito de su misión (Lucas 10:17-18). Estos momentos de alegría nos enseñan que Jesús es un Dios que se preocupa por nosotros y que se regocija cuando hacemos su voluntad.
La Biblia nos presenta a un Jesús que experimentó una amplia gama de sentimientos y emociones, lo cual nos enseña que Él entiende nuestras propias emociones y nos brinda apoyo en nuestros momentos más difíciles. Al conocer los sentimientos de Jesús, podemos fortalecer nuestra fe y seguir su ejemplo de amor, compasión y justicia.