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El perdón divino en el caso de la mujer encontrada en adulterio

La historia de la mujer encontrada en adulterio en el Nuevo Testamento es una de las más conocidas en la Biblia. Se trata de un relato que ha sido debatido y analizado por siglos. En este artículo, abordaremos el tema del perdón divino en el caso de la mujer encontrada en adulterio y lo que la Biblia nos enseña sobre el perdón y la misericordia de Dios.

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La historia de la mujer encontrada en adulterio

La historia se encuentra en Juan 8:1-11. Jesús estaba en el templo enseñando a la multitud, cuando los escribas y fariseos trajeron a una mujer que había sido encontrada en adulterio y la pusieron delante de él. Le preguntaron a Jesús qué debían hacer con ella, ya que la ley de Moisés ordenaba la lapidación de las mujeres que cometían adulterio.

Jesús les respondió: «El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella». Los escribas y fariseos se retiraron uno a uno, dejando a Jesús solo con la mujer. Él le preguntó: «¿Nadie te ha condenado?» a lo que ella respondió: «Ninguno, Señor». Jesús entonces le dijo: «Ni yo te condeno; vete, y no peques más».

El perdón divino

El perdón divino es un tema central en la Biblia. La Biblia nos enseña que Dios es misericordioso y perdona los pecados de aquellos que se arrepienten y se vuelven hacia él. En el Salmo 103:12, se nos dice que Dios «ha quitado nuestros pecados de nosotros tan lejos como el este está del oeste».

En el Nuevo Testamento, el perdón divino a través de Jesús es enfatizado una y otra vez. En Colosenses 1:13-14, se nos dice que Dios «nos ha sacado de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de los pecados».

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El arrepentimiento

El arrepentimiento es un requisito para recibir el perdón divino. En Hechos 3:19, se nos dice: «Por tanto, arrepentíos y convertíos para que vuestros pecados sean borrados». El arrepentimiento implica un cambio de actitud y un compromiso de alejarnos del pecado y seguir a Dios.

En el caso de la mujer encontrada en adulterio, Jesús no la condenó, pero también le dijo que no pecara más. Esto implica que el perdón divino no es una excusa para continuar pecando, sino un llamado a dejar el pecado detrás y seguir a Dios.

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La misericordia de Dios

La historia de la mujer encontrada en adulterio es un ejemplo de la misericordia de Dios. En lugar de condenarla, Jesús la perdonó y le dio una nueva oportunidad. La Biblia nos enseña que Dios es un Dios de misericordia y compasión.

En Miqueas 7:18-19, se nos dice: «¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto la rebeldía del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar. Volverás a tener compasión de nosotros; pisotearás nuestras maldades y arrojarás todos nuestros pecados al fondo del mar».

¿Por qué Jesús no condenó a la mujer encontrada en adulterio?

Jesús no condenó a la mujer porque él es un Dios de misericordia y compasión. Él vino a salvar a los pecadores y darles una nueva oportunidad.

¿Qué significa el perdón divino?

El perdón divino es el acto de Dios de perdonar los pecados de aquellos que se arrepienten y se vuelven hacia él. Es un regalo gratuito de Dios a través de la muerte y resurrección de Jesús.

¿Cómo puedo recibir el perdón divino?

Para recibir el perdón divino, debemos arrepentirnos de nuestros pecados y confiar en Jesús como nuestro Salvador. Debemos reconocer nuestra necesidad de salvación y creer en la obra de Jesús en la cruz.