La identidad terrenal es un tema que ha sido debatido por filósofos, psicólogos y religiosos durante siglos. En la Biblia, encontramos un enfoque único sobre este tema, que nos enseña que como cristianos, nuestra identidad no está en el mundo, sino en Dios. En este artículo, exploraremos la enseñanza bíblica sobre la identidad terrenal y cómo esto afecta nuestra vida cotidiana.
¿Qué es la identidad terrenal?
La identidad terrenal se refiere a cómo nos identificamos en relación con el mundo que nos rodea. Para muchos, la identidad terrenal se basa en cosas como la raza, la cultura, la nacionalidad, la educación, la profesión o la riqueza. Sin embargo, la Biblia nos enseña que nuestra verdadera identidad como cristianos no viene de estas cosas, sino de nuestra relación con Dios.
No somos del mundo
En Juan 15:19, Jesús les dice a sus discípulos: «Si fueran del mundo, el mundo los amaría como a los suyos. Pero como no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo, por eso el mundo los odia». Esto significa que como cristianos, no pertenecemos al mundo, sino a Dios. Nuestra identidad no se basa en lo que el mundo piensa de nosotros, sino en lo que Dios piensa de nosotros.
Nuestra identidad en Cristo
En Efesios 2:10, se nos dice que «somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica». Esto significa que nuestra verdadera identidad como cristianos viene de nuestra relación con Cristo.
Somos hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza, y tenemos un propósito divino en la vida.
Cómo afecta nuestra identidad terrenal a nuestra vida cotidiana
La identidad terrenal puede tener un impacto profundo en nuestra vida cotidiana. Si nos identificamos principalmente con el mundo y sus valores, es posible que nos sintamos presionados para encajar o para buscar la aprobación de los demás. Sin embargo, si nos identificamos principalmente con nuestra relación con Dios y nuestra identidad en Cristo, podemos vivir con más libertad y propósito.
Libertad de la presión del mundo
Cuando nuestra identidad está en Dios, no necesitamos buscar la aprobación de los demás o hacer lo que el mundo espera de nosotros. En cambio, podemos vivir de acuerdo a los valores de Dios y hacer lo que es correcto, incluso si eso significa ir en contra de la corriente del mundo.
Propósito divino en la vida
Cuando nuestra identidad está en Cristo, también podemos descubrir nuestro propósito divino en la vida. En lugar de buscar la felicidad o el éxito según los estándares del mundo, podemos buscar cumplir el propósito que Dios tiene para nosotros, lo que puede incluir servir a los demás y hacer una diferencia positiva en el mundo.
La identidad terrenal es un tema importante en la vida cristiana, ya que afecta la forma en que vivimos y nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Como cristianos, nuestra identidad no se basa en las cosas que el mundo valora, sino en nuestra relación con Dios y nuestra identidad en Cristo. Al vivir de acuerdo con esta verdad, podemos experimentar una mayor libertad y propósito en la vida.