El Génesis 12 de la Biblia de Jerusalén relata la historia de la llamada de Abram por parte de Dios. Este capítulo es de gran importancia, ya que marca el inicio de la historia del pueblo de Israel y el cumplimiento de las promesas de Dios hacia Abram. En este artículo, exploraremos los detalles de esta llamada y su significado para los creyentes de hoy en día.
Antecedentes
Antes de la llegada de Abram, la humanidad había caído en el pecado y la maldad se había extendido por toda la tierra. Dios decidió intervenir y eligió a Abram para ser el padre del pueblo elegido y para llevar a cabo su plan de salvación. En Génesis 12:1-3, Dios le dice a Abram: «Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan, y por ti serán bendecidas todas las familias de la tierra».
La obediencia de Abram
Abram obedeció la llamada de Dios y partió de su tierra natal junto a su esposa Sarai y su sobrino Lot. Dios le prometió que le daría la tierra de Canaán como posesión y que haría de él una gran nación. A pesar de que Abram era ya un hombre mayor, su fe en Dios nunca vaciló. Él confió en que Dios cumpliría sus promesas y se mantuvo firme en su obediencia a pesar de las dificultades.
La promesa de una gran nación
Dios prometió a Abram que haría de él una gran nación. Esta promesa se cumplió cuando Dios le dio un hijo a Abram y a Sarai en su vejez. Este hijo, Isaac, fue el padre de Jacob, quien a su vez fue el padre de los doce patriarcas de Israel. La nación de Israel se convirtió en el pueblo elegido de Dios y cumplió un papel fundamental en la historia de la salvación.
La bendición de todas las familias de la tierra
Dios también prometió que todas las familias de la tierra serían bendecidas por medio de Abram. Esta promesa se cumplió cuando Jesucristo, descendiente de Abram, vino al mundo y murió por los pecados de toda la humanidad. Por medio de la fe en Jesucristo, todas las personas pueden ser salvas y bendecidas por Dios.
El significado de la llamada de Abram hoy en día
La historia de la llamada de Abram es un recordatorio de que Dios llama a las personas para llevar a cabo su plan de salvación. Como creyentes, debemos estar dispuestos a obedecer su llamado y confiar en que Él cumplirá sus promesas. También es un recordatorio de que Dios bendice a aquellos que lo siguen y los usa para bendecir a otros.
La llamada de Abram es un relato poderoso de la fidelidad de Dios hacia aquellos que lo siguen. Es una historia de obediencia, fe y confianza en las promesas de Dios. A través de la historia de Abram, podemos ver el plan de Dios para la salvación de la humanidad y su amor incondicional por nosotros. Como creyentes, debemos estar dispuestos a seguir su llamado y confiar en que Él cumplirá sus promesas en nuestras vidas también.
¿Por qué Dios eligió a Abram?
Dios eligió a Abram para ser el padre del pueblo elegido y para llevar a cabo su plan de salvación porque Abram tenía fe y estaba dispuesto a obedecer su llamado.
¿Por qué era importante la obediencia de Abram?
La obediencia de Abram era importante porque demostraba su confianza en las promesas de Dios y su disposición a seguir su voluntad. Esta obediencia le permitió ser usado por Dios para llevar a cabo su plan de salvación.
¿Por qué es importante la llamada de Abram hoy en día?
La llamada de Abram es importante hoy en día porque nos recuerda que Dios todavía llama a las personas para llevar a cabo su plan de salvación. Como creyentes, debemos estar dispuestos a seguir su llamado y confiar en que Él cumplirá sus promesas en nuestras vidas también.