La Biblia Católica es una fuente de sabiduría y enseñanza para millones de personas en todo el mundo. En ella, encontramos una gran cantidad de enseñanzas relacionadas con la vida, la moral y el comportamiento humano. Una de las enseñanzas más importantes se encuentra en Mateo 15:18, donde se nos dice que las palabras que salen de nuestra boca son muy importantes. En este artículo, exploraremos el significado de esta enseñanza y su relevancia para nuestra vida cotidiana.
¿Qué significa Mateo 15:18?
En Mateo 15:18, Jesús nos enseña que «lo que sale de la boca procede del corazón, y esto es lo que contamina al hombre». En otras palabras, nuestras palabras son un reflejo de lo que hay en nuestro corazón. Si nuestro corazón está lleno de amor, compasión y bondad, nuestras palabras reflejarán estas cualidades. Pero si nuestro corazón está lleno de odio, envidia y malicia, nuestras palabras también lo reflejarán.
¿Por qué son importantes las palabras según Mateo 15:18?
Las palabras son importantes porque tienen el poder de construir o destruir. Si usamos nuestras palabras para construir a los demás, podemos traer alegría, esperanza y amor a sus vidas. Pero si usamos nuestras palabras para destruir, podemos causar dolor, sufrimiento y daño.
Además, nuestras palabras también afectan nuestra propia vida.
Si hablamos negativamente de nosotros mismos o de los demás, podemos crear una realidad negativa que nos afecta a nosotros y a los demás a nuestro alrededor. Por otro lado, si hablamos positivamente y con amor, podemos crear una realidad positiva que nos afecta de manera positiva.
¿Cómo podemos aplicar esta enseñanza en nuestra vida cotidiana?
Para aplicar esta enseñanza en nuestra vida cotidiana, es importante prestar atención a las palabras que usamos. Debemos ser conscientes de lo que decimos y cómo lo decimos. Si nos damos cuenta de que nuestras palabras son negativas o destructivas, debemos hacer un esfuerzo consciente para cambiarlas.
También es importante recordar que nuestras palabras están conectadas con nuestras emociones y pensamientos. Si queremos cambiar nuestras palabras, debemos trabajar en cambiar nuestros pensamientos y emociones. Esto puede incluir la práctica de la gratitud, el perdón y la compasión.
Mateo 15:18 nos enseña que nuestras palabras son importantes y tienen el poder de construir o destruir. Es importante prestar atención a las palabras que usamos y trabajar en cambiarlas si son negativas o destructivas. Al hacerlo, podemos crear una realidad positiva tanto para nosotros mismos como para los demás a nuestro alrededor.