El matrimonio: hombre, mujer y Dios

Desde el 15 de julio de 2010 fue aprobada la ley del matrimonio igualitario en nuestro país (Argentina).  Desde entonces, dos personas del mismo sexo tienen el “derecho” de poder unir sus vidas en “matrimonio”.  Por mucho tiempo las comunidades homosexuales pedían a grito ante la justicia la aprobación de la ley del matrimonio y de la igualdad de condiciones. Grandes debates han despertado esta problemática que ha llenado las páginas de todos los periódicos, las voces radiales, y los programas televisivos fueron sede de discusiones y debates permanentes.

Lamentablemente, aquellos que abogan y defienden el matrimonio entre el mismo sexo, se basan por cuestiones subjetivas, y, por lo tanto, lo establecido y enseñado por Dios es ignorado totalmente. Creo que para poder llegar a un entendimiento fehaciente sobre esta cuestión debemos entender realmente qué es el matrimonio. Para desmenuzar esta pregunta, necesitamos volver al principio y ver como fue en realidad establecido el matrimonio.

Génesis 2:18-25 Y Una Mirada Al Matrimonio.

“No es bueno que el hombre esté solo” (v.18a). Dios es Dios. El entendía que no sería favorable la soledad del hombre. Todo ser humano necesita una compañía, y esta compañía debía ser una “ayuda idónea para el hombre” (v.18b). De acuerdo a los versos 19 y 20 el trabajo de Adán fue el de colocar los nombres a cada especie de animales, sin embargo, a pesar de que los animales fueron una buena compañía para Adán, ellos no llenarían la necesidad del hombre, el de ser una ayuda idónea. Para poder suplir esa necesidad social en poder tener una compañía con su misma naturaleza, mostrando los mismos sentimientos, necesidad mental e intelectual, Dios creó a la “mujer” para que fuese la ayuda idónea del hombre (v.21-23).

El verso 24 nos muestra la manera de la unión matrimonial, en que ambos dejarán a sus padres para unirse en matrimonio y ser una sola carne. En Génesis 1:28 nos muestra el propósito del matrimonio que tiene que ver con la multiplicación para poder llenar la tierra. Los hijos son una bendición de Dios en el matrimonio y en la vida hogareña.

Algunos Principios Que Aprendemos De Génesis 2:18- 25 Y Génesis 1:28.

1) Que la soledad del hombre no era buena. 2) Que para suplir esa necesidad hiso posible una ayuda idónea. 3) Esta ayuda idónea fue una mujer. 4) El matrimonio se completa viniendo a ser el hombre y la mujer una sola carne. 5) Que el matrimonio hace posible la procreación de los hijos para multiplicar la tierra. Aunque podemos sacar más aplicaciones de estos textos, creo que lo anterior es suficiente para entender que los derechos discutidos por los diputados para aprobar la ley del matrimonio del mismo sexo, va en contra de los principios establecidos.

Las Relaciones Homosexuales Es Condenada Por Dios.

Si bien el tema de la homosexualidad no es nada nuevo, si es sorprendente como año tras año se da más aceptación legal a este pecado. El apóstol Pablo inspirado por Dios escribe: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No herréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9-11).  Al aplicar una ley donde se permite la unión de dos personas del mismo sexo, se rompe la unidad establecida por Dios llamado el matrimonio, en que ambos sean una sola carne. Dios condena fehacientemente este tipo de relaciones y que por consecuencia serán condenados. Véase los siguientes textos: Génesis 19 – Romanos 1:24-32 – 1 Timoteo 1:8-10 – 2 Pedro 2:6-10 – Judas 7 – 1 Corintios 6:9-10.

Dios jamás ha creado un tercer sexo. Tal como ya hemos visto y estudiado en los textos anteriores, el hombre necesitaba una ayuda idónea, y esta ayuda idónea fue una mujer; ambos constituyeron un matrimonio con el fin de que por medio de la relación sexual se reciba la bendición de los hijos.

La unión civil de dos personas del mismo sexo, NO es un matrimonio. Y aunque parezca muy duro, estas clases de relaciones es una perversidad, inmundicia y abominación ante los ojos de Dios (Levítico 18:22; 20:13). ¡El matrimonio es un pacto entre el hombre, la mujer y Dios!

La esperanza de toda persona está Cristo.  La homosexualidad puede ser cambiada y ser lavado por la sangre de Cristo cambiando su condición y ser libre de la condenación eterna. 1 Corintios 6:11 trae esperanza declarando: “Y estos erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificado, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”.