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Cuando Dios no Quiere ni los Santos Pueden

Cuando Dios no Quiere ni los Santos Pueden

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En el mundo religioso, la intervención divina es un tema recurrente. En la Biblia, vemos numerosos acontecimientos donde Dios muestra su voluntad de una manera clara y contundente. Sin embargo, también existen casos en los que incluso los santos más fervientes no pueden cambiar la situación. Este artículo explorará algunos de estos eventos y reflexionará sobre el misterio detrás de la negativa divina.

El Diluvio Universal

Uno de los episodios más conocidos de la Biblia es el Diluvio Universal. En este relato, Dios decide castigar a la humanidad por su maldad y decide que todas las criaturas vivientes serán destruidas por un gran diluvio. Noé, sin embargo, encuentra gracia ante los ojos del Señor y es instruido para construir un arca y llevar consigo a su familia y a una pareja de cada especie de animales.

La súplica de otros

En este punto, cabe preguntarse, ¿por qué otros no pudieron suplicar a Dios para ser salvados del diluvio? Aunque algunos podrían argumentar que estas personas también eran justas, la Biblia no menciona ninguna intervención divina adicional. Parece que Dios había tomado una decisión y nada ni nadie podría influir en su juicio.

La negativa a la petición de Moisés

Otro caso interesante se encuentra en el libro de Números, donde se relata la historia del pueblo de Israel en el desierto. Después de pasar años luchando en su travesía hacia la tierra prometida, el pueblo se cansa y comienza a quejarse a Moisés y a Dios. En un momento de desesperación, Moisés le suplica al Señor que le permita entrar en la tierra prometida, pero Dios rechaza su petición.

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La obediencia de Moisés

Nuevamente, nos encontramos con la pregunta de por qué Dios no concede el deseo de un hombre tan fiel como Moisés. Aunque la respuesta no está explícita en el texto, podemos reflexionar sobre la importancia de la obediencia y la confianza en la voluntad de Dios. A veces, incluso los más santos deben aceptar que hay situaciones que escapan a su control y confiar en que Dios tiene un plan más grande en mente.

Los acontecimientos mencionados son solo ejemplos de cuando Dios no quiere ni los santos pueden cambiar las circunstancias. Aunque pueda parecer desconcertante, es importante recordar que Dios es soberano y sus caminos son inescrutables. En nuestro caminar de fe, es necesario confiar en su plan y aceptar que hay momentos en los que su respuesta es un “no”. Al hacerlo, fortalecemos nuestra relación con Él y demostramos nuestra verdadera fe.

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