La Biblia, considerada por muchos como la palabra de Dios, es uno de los textos religiosos más antiguos y venerados en la historia de la humanidad. Compuesta por varios libros, escritos en diferentes épocas y lugares, surge una pregunta interesante: ¿En qué idioma se escribió la Biblia?
Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento, la primera parte de la Biblia, fue escrito principalmente en hebreo. El hebreo era la lengua principal del pueblo judío, que recibió los mensajes divinos y los transmitió a través de los siglos. La escritura hebrea se caracteriza por ser una lengua consonántica, a diferencia del español o el inglés, que son lenguas alfabéticas. Además, el hebreo antiguo utiliza un sistema de escritura llamado “paleohebreo”, diferente del hebreo moderno.
Algunos pasajes del Antiguo Testamento también fueron escritos en arameo, otro idioma semítico que era ampliamente hablado en la región en ese tiempo. Este fue el caso de partes de los libros de Esdras y Daniel. El arameo también se utilizó en la vida cotidiana y en algunos documentos oficiales durante el período del Antiguo Testamento.
Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento, la segunda parte de la Biblia, fue escrito en griego. A diferencia del Antiguo Testamento, que fue escrito en diferentes momentos y lugares, el Nuevo Testamento se considera que fue escrito en un periodo de tiempo relativamente corto, en el primer siglo después de Cristo.
El griego koiné, un dialecto común y más fácil de entender en comparación con el griego clásico, fue el idioma utilizado para escribir los evangelios, las cartas apostólicas y el libro del Apocalipsis. El uso del griego como idioma de escritura del Nuevo Testamento permitió una mayor difusión del mensaje cristiano en el mundo helenístico de esa época.
La Biblia fue escrita en diferentes idiomas a lo largo de muchos siglos, reflejando la diversidad cultural y lingüística de los pueblos que recibieron y transmitieron los mensajes divinos. El hebreo antiguo y el arameo fueron los idiomas principales utilizados en el Antiguo Testamento, mientras que el Nuevo Testamento fue escrito en griego koiné. Estos idiomas, cada uno con su propia historia y características, se convirtieron en los vehículos para transmitir las enseñanzas y la palabra de Dios a la humanidad.