¿Qué dice la Biblia sobre la masturbación?
La cuestión de la masturbación es un tema que ha generado mucho debate y controversia en el cristianismo. Aunque la Biblia no menciona específicamente la masturbación, se puede inferir ciertos puntos de vista basados en diferentes pasajes y principios bíblicos.
La sexualidad según la Biblia
En primer lugar, es importante entender que la Biblia presenta la sexualidad como un don de Dios y un aspecto integral de la vida humana. El libro de Génesis nos muestra cómo Dios creó al hombre y a la mujer con la capacidad de experimentar deseo sexual y placer mutuo en el contexto del matrimonio.
Dentro del matrimonio, el sexo se considera un acto íntimo y sagrado que fortalece la unión entre el hombre y la mujer. Pasajes como Proverbios 5:18-19 y 1 Corintios 7:3-5 resaltan la importancia de la intimidad sexual dentro del matrimonio como una expresión adecuada de la sexualidad humana.
La lujuria y la impureza
Si bien la Biblia no condena específicamente la masturbación de manera explícita, condena la lujuria y la impureza sexual en diferentes pasajes. Jesús enseña en Mateo 5:28: “Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. Este pasaje muestra que la lujuria, es decir, el deseo sexual desviado y obsceno, es incompatible con los principios cristianos.
La masturbación puede llevar a la lujuria si se realiza con fantasías o pensamientos impuros. La Biblia nos llama a vivir una vida de pureza y a guardar nuestros pensamientos y deseos sexuales dentro de los límites del matrimonio.
La autosatisfacción y la autocontrol
Un aspecto a considerar es el concepto de autosatisfacción o autorreferencia que implica la masturbación. La Biblia nos anima a vivir una vida centrada en Dios y a buscar nuestro placer y satisfacción en Él. En 1 Corintios 6:19-20, se nos recuerda que nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo y debemos glorificar a Dios en todo lo que hacemos, incluyendo nuestras acciones sexuales.
Además, la Biblia enfatiza la importancia del autocontrol y la dominación de nuestros deseos. Gálatas 5:22-23 nos enseña sobre el fruto del Espíritu, que incluye el dominio propio. Si la masturbación se convierte en una práctica compulsiva o adictiva que domina nuestra vida, puede ser una señal de falta de control y estaríamos alejándonos de los principios bíblicos.
La importancia del perdón y la gracia
Es importante recordar que todos somos seres humanos imperfectos y propensos al pecado. La Biblia nos enseña que Dios es misericordioso y perdona nuestros pecados cuando nos arrepentimos y buscamos su gracia. Si alguien se siente culpable por haberse masturbado, debe buscar el perdón de Dios y el arrepentimiento sincero.
La gracia de Dios nos ofrece un nuevo comienzo y la capacidad de superar cualquier hábito o comportamiento que nos aleje de su voluntad. Él nos ama incondicionalmente y nos anima a vivir de acuerdo con sus mandamientos.
En resumen, aunque la palabra “masturbación” no aparece específicamente en la Biblia, podemos inferir ciertos principios que nos ayudan a comprender la postura cristiana sobre el tema. La lujuria, la impureza y la autosatisfacción excesiva son incompatibles con los principios bíblicos de pureza, intimidad sagrada y dominio propio.
Es importante que cada persona reflexione sobre su vida y busque la dirección de Dios en estas cuestiones. El estudio y la comprensión de la Palabra de Dios nos ayudarán a tomar decisiones que honren a Dios y nos conduzcan a una vida plena y en comunión con Él.
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Si deseas profundizar en este tema y conocer más pasajes bíblicos y enseñanzas relacionadas con la masturbación, te invito a leer mi artículo titulado “¿Qué dice la Biblia sobre la masturbación?”. En él encontrarás una exploración más detallada de este tema y cómo se relaciona con la fe cristiana.