La Protección de Dios para sus Hijos
La Biblia está repleta de relatos de acontecimientos religiosos que demuestran la protección de Dios hacia sus hijos. Estos pasajes sagrados nos muestran cómo Dios cuida y salvaguarda a aquellos que le son fieles y confían en Él.
La protección de Dios en el Antiguo Testamento
En el libro de Génesis, vemos cómo Dios protegió a Noé y su familia durante el diluvio. Noé, un hombre justo a los ojos de Dios, fue instruido para construir un arca y tomar consigo a su familia y a parejas de animales. A través de esta protección divina, la humanidad fue preservada y pudo comenzar de nuevo.
En el libro de Éxodo, encontramos el relato de la protección de Dios hacia los israelitas en su escape de la esclavitud en Egipto. Dios envió plagas sobre los egipcios y abrió el Mar Rojo para que los israelitas pudieran escapar. Además, los acompañó en el desierto durante cuarenta años, proporcionando maná y agua para sustentarlos.
La protección de Dios en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, se relata cómo Dios envió a su Hijo Jesucristo para ser el Salvador del mundo. Jesús demostró su poder y protección divina a través de los milagros que realizó. Sanó a los enfermos, alimentó a multitudes con unos pocos panes y peces, y calmó tormentas.
Además, Jesús enseñó sobre la protección y cuidado de Dios hacia sus hijos. En el Evangelio de Mateo, Jesús dice: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” (Mateo 6:26, RVR1960). Este pasaje nos muestra cómo Dios cuida de nosotros, sus hijos, y nos provee todo lo que necesitamos.
La protección de Dios en la vida diaria
La protección de Dios no se limita a los acontecimientos bíblicos, sino que se extiende a nuestra vida diaria. A través de la fe y la oración, podemos experimentar su protección en situaciones difíciles y peligrosas.
Además, la Biblia nos enseña que Dios ha dado a sus ángeles la tarea de protegernos. En el Salmo 91:11-12 se lee: “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra” (RVR1960). Esta promesa nos asegura que Dios envía a sus ángeles para cuidar de nosotros y evitar que suframos daño.
La protección de Dios para sus hijos es un tema recurrente en la Biblia. A través de diferentes relatos, se nos muestra cómo Dios interviene y cuida de aquellos que le siguen.