Predicar el Evangelio a Toda Criatura
Como seguidores de la fe católica, tenemos la responsabilidad de llevar el mensaje del Evangelio a todas las personas. A lo largo de la Biblia, encontramos numerosos acontecimientos religiosos que nos motivan a cumplir con esta tarea sagrada.
La Gran Comisión
Uno de los momentos fundamentales en la predicación del Evangelio se encuentra en el Nuevo Testamento, cuando Jesús instruye a sus discípulos a través de la Gran Comisión. En Mateo 28:19-20, Jesús les dice: “Por tanto, id, haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado”.
La Misión de los Apóstoles
Los apóstoles, después de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, emprendieron su misión de predicar el Evangelio. Hechos 1:8 nos relata las palabras de Jesús a sus discípulos: “Pero recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. Los apóstoles, llenos del Espíritu Santo, cumplieron este mandato, llevando la buena noticia del Evangelio a diferentes regiones y personas sin distinción.
El Ministerio de San Pablo
Un ejemplo destacado de aquellos que predicaron el Evangelio es San Pablo. Tras experimentar su conversión en el camino a Damasco, se convirtió en uno de los apóstoles más prolíficos. Viajó extensamente, fundó numerosas iglesias y escribió numerosas cartas en las que compartía las enseñanzas de Cristo.
El uso de Parábolas
Jesús, durante su ministerio terrenal, utilizó parábolas para transmitir enseñanzas fundamentales del Evangelio. Estas historias breves y alegóricas eran una forma efectiva de comunicar verdades espirituales a las personas. Nosotros, como predicadores del Evangelio, podemos aprender de este enfoque y emplear parábolas y ejemplos relevantes para transmitir el mensaje de Jesús.
El Poder de la Palabra
El poder transformador de la Palabra de Dios es evidente a lo largo de la Biblia. En Hebreos 4:12, se nos recuerda que “la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos”. Al predicar el Evangelio, debemos confiar en el poder de la Palabra para tocar los corazones y cambiar vidas.
En resumen, la Biblia nos insta a llevar el mensaje del Evangelio a todas las criaturas. La Gran Comisión, el ejemplo de los apóstoles y el ministerio de San Pablo nos inspiran a seguir predicando la Palabra de Dios. A través de parábolas y del poder de la Palabra, podemos cumplir con esta importante tarea.