Qué es Lascivia en el Matrimonio
En la religión católica, el matrimonio es considerado un sacramento sagrado que simboliza la unión de Cristo con su Iglesia. Dentro de este contexto, existen ciertos aspectos relacionados con la sexualidad en el matrimonio que han generado debates y reflexiones a lo largo de la historia. Uno de estos conceptos es la “lascivia”. En este artículo, exploraremos el significado de la lascivia en el matrimonio desde una perspectiva bíblica y analizaremos sus implicaciones dentro de la fe católica.
Definición de Lascivia
La “lascivia” es un término que hace referencia al deseo sexual desenfrenado y desordenado, que va más allá de la intención de procrear y se enfoca en el placer carnal por sí mismo. Según la tradición católica, la lascivia es considerada un pecado contra la castidad y un obstáculo para vivir una vida matrimonial plena y en conformidad con la voluntad de Dios.
Las enseñanzas bíblicas sobre la lascivia en el matrimonio
La Biblia tiene varias referencias que abordan el tema de la lascivia en el matrimonio. En el libro de Mateo, Jesús reafirma la importancia de la fidelidad y la castidad dentro del matrimonio, diciendo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mateo 5:28). Esto nos permite ver que la lascivia no solo se relaciona con las acciones físicas, sino también con los pensamientos y deseos internos.
Además, el apóstol Pablo en la Primera Carta a los Corintios exhorta a los esposos y esposas a no privarse mutuamente del deber conyugal para evitar caer en la tentación de la lascivia. En el capítulo 7, versículo 5 nos dice: “No os neguéis el uno al otro, a no ser de común acuerdo por algún tiempo, para dedicaros a la oración; y volved a juntaros para que Satanás no os tiente por vuestra falta de dominio propio”. Esto nos muestra la importancia de mantener una vida sexual saludable dentro del matrimonio y evitar caer en la tentación de la lascivia.
El equilibrio entre la intimidad y la castidad
En el matrimonio católico, existe una tensión entre el deseo de intimidad y el llamado a la castidad. La Iglesia enseña que el acto sexual dentro del matrimonio debe ser una expresión de amor y entrega mutua, pero siempre en armonía con los designios de Dios y dentro del marco de la castidad. Esto implica que el acto sexual no debe ser egoísta ni buscar únicamente el propio placer, sino estar orientado al bien de la pareja y abierto a la vida.
La castidad en el matrimonio no significa reprimir el deseo sexual, sino más bien ordenarlo y canalizarlo hacia un fin más elevado: la unidad y la procreación. La Iglesia invita a los matrimonios a cultivar una sexualidad virtuosa, que respete la dignidad de la persona y se base en el amor verdadero que busca el bien del otro.
La lascivia en el matrimonio es un tema complejo y delicado que requiere una comprensión profunda de la fe católica. A través de las enseñanzas bíblicas y la tradición de la Iglesia, entendemos que la lascivia es considerada un pecado contra la castidad y un obstáculo para una vida matrimonial plena y en conformidad con la voluntad de Dios.